Garrapiñada casera

La garrapiñada de maní, es un tentempié hecho a base de maní pelado, azúcar y esencia de vainilla. Su principal característica es que el azúcar de la preparación se carameliza sobre el fruto seco, cubriendo toda su superficie.

Sus orígenes se remontan hasta el antiguo Egipto, donde se conoce que se conservaban los frutos secos con miel. La garapiñada se ha hecho al mismo tiempo en muchos logares y muchos países como para trazar un origen seguro, pero su receta apareció impresa por primera vez en un periódico estadounidense en 1908.

Formas de hacer garrapiñada

Cualquier semilla o fruto seco puede emplearse para hacer garapiñada, si bien el maní es el componente más usual. El truco está en el proceso de elaboración, que te explicaremos ahora paso a paso. 

Este maní acaramelado y crocante es ideal para comer con infusiones, y su tiempo de preparación no excede los quince minutos.

Como hacer una garapiñada casera

Los ingredientes son muy simples: necesitarás una taza de maní tostado, una de agua y otra de azúcar.

Se coloca al fuego una sartén de teflón y se añade el agua y el azúcar. Cuando el azúcar esté disuelto se le añade el maní y se mezcla a fuego fuerte. Cuando empiecen a aparecer burbujas y la parte líquida comienza a espesar se pasa el fuego a medio y se sigue mezclando.

Notarás que llega un momento en que la mezcla toma el aspecto de una tierra, cuando el azúcar se está adhiriendo a los frutos. Se sigue revolviendo, con lo que la mezcla vuelve a hacerse líquida, por la formación del caramelo. Cuando toda la mezcla está marrón brilloso se retira del fuego y se vuelca sobre un papel manteca para que se enfríe.

En este paso se separan  los frutos para que cada uno de ellos quede garapiñado individualmente.